La modelo descalza
Llegar a tu casa después de un largo viaje en avión es... lo mejor del mundo.No importa que vengas de un país exótico, que todo haya ido bien, que los aviones hayan salido a su hora, que el trabajo haya sido de primera y las sensaciones perfectas. No importa nada. Aunque lo eches de menos, aunque ya pienses en el siguiente viaje, aunque tu vida sea volar y disfrutar del mundo, llegar a casa no se puede comparar con ninguna otra cosa.Además, no venía precisamente del lugar más civilizado. Tener cobertura con el móvil, después de varios días sin ella, significaba estar de nuevo conectado con la maldita Aldea Global.