Entresombras y el circo ambulante
Cuando amaneció el circo ya estaba allí. Lo habían instalado en el sitio habitual: a las afueras del pueblo, junto a la vieja chatarrería de Fu Manchú y el barranco del ahogado.La carpa era pequeña y descolorida, con parches y remiendos que indicaban su procedencia; no de otro lugar, sino de otro tiempo. A su alrededor, las carretas y caravanas utilizadas como almacén, como habitación, e incluso como jaula de bestias circenses, tejían una telaraña con bombillas de colores.