Muggie Maggie
El primer día de primer curso ya había llegado a su fin. Maggie Schultz se apeó de un salto del autobús del colegio cuando éste se detuvo frente a su casa.
–Adiós, Jo Ann –le dijo a la niña que era casi siempre su mejor amiga–. Hasta mañana.
Maggie estaba muy contenta de perder de vista a los muchachos de cuarto que la llamaban «piojosa» y a los de segundo que no hacían más que decir lo horrible que era el primer año, lo difícil que era aprender a escribir caligrafía ligada y lo mala que era la señorita Leeper.