Un episodio más de Clementina, que aquí no consigue superar el afán competidor de su amiga Marga. Su compañera ha sido protagonista de la semana antes que ella, y se siente muy orgullosa de todo lo que escribieron los chicos y chicas de su clase en el libro que le dedicaron. Eso hace que a Clementina le entre miedo: seguro que ella no es tan alabada como su amiga Marga. Un ejemplo más de la naturalidad con la que se vive la competitividad en la infancia, que finaliza con un alegato de la amistad verdadera y el esfuerzo por los que amamos.
Un episodio más de Clementina, que aquí no consigue superar el afán competidor de su amiga Marga. Su compañera ha sido protagonista de la semana antes que ella, y se siente muy orgullosa de todo lo que escribieron los chicos y chicas de su clase en el libro que le dedicaron. Eso hace que a Clementina le entre miedo: seguro que ella no es tan alabada como su amiga Marga. Un ejemplo más de la naturalidad con la que se vive la competitividad en la infancia, que finaliza con un alegato de la amistad verdadera y el esfuerzo por los que amamos.
Clementina, protagonista de la semana
El lunes por la tarde me moría de ganas de que Marga subiera al autobús para contarle:
–¡Ha sido el mejor día de mi vida! ¡Me han elegido protagonista de la semana! Ahora tendré que contar mi autobiografía, y seré la primera de la fila, y podré recoger el dinero de todos para el almuerzo y darles de comer a los peces, y...
–Ah, sí, me cortó Marga, ya me pasó cuando estaba en tercero. Marga solo es un año mayor que yo, pero cada vez que dice cuando estaba en tercero, hace...