Nicolás es el narrador que da cuenta de la vivencia de la muerte, de la amistad como fuerza positiva que restaura el equilibrio, del viaje iniciático que emprenden los amigos por el fondo del barranco, del crecimiento personal. Su especial forma de narrar, en presente y mediante frases esenciales que hacen significativo lo que se cuenta y lo que no, espolea la imaginación del lector. Desde el original argumento a las ilustraciones, sombrías, austeras, y al llamativo formato asimétrico que resalta la presencia del barranco, es un álbum singular al que se vuelve intrigado después de cerrarlo.
Nicolás es el narrador que da cuenta de la vivencia de la muerte, de la amistad como fuerza positiva que restaura el equilibrio, del viaje iniciático que emprenden los amigos por el fondo del barranco, del crecimiento personal. Su especial forma de narrar, en presente y mediante frases esenciales que hacen significativo lo que se cuenta y lo que no, espolea la imaginación del lector. Desde el original argumento a las ilustraciones, sombrías, austeras, y al llamativo formato asimétrico que resalta la presencia del barranco, es un álbum singular... Seguir leyendo
El barranco
Somos cinco. Aunque aquí estemos cuatro: Isidro, Max, Romerita y yo, que soy Nicolás, somos cinco. No está Benito, pero estará. Porque somos cinco. Isidro es hijo de isidro. Su padre fue muy listo. Les echaron del pueblo donde vivían; los demás no eran tan listos. Max es hijo de Max. Su padre fue muy bueno, y su madre fue igual de buena; les tocaron tiempos difíciles: juntos, su padre y su madre, eran más que buenos.