Lo más difícil de atrapar una enorme y suculenta anguila no es que ésta sea gorda y resbaladiza, ni que se agite bruscamente, ni que muerda, ni que intente esconderse entre las raíces submarinas de un árbol... Lo más difícil es que implica la colaboración de varias personas. Y cuando esto pasa, inmediatamente surgen los desacuerdos, los malentendidos, las disputas... Pero si ya de por sí es problemático atrapar un animal tan escurridizo como este, las contrariedades se multiplican cuando las cosas no suceden como se esperaban.
Los relatos de Antón Chéjov mantienen ese rasgo, tan característico de la tradición oral, que consiste en seducir a un público lector muy variado. La maestría de este escritor ruso se observa, por ejemplo, en su peculiar forma de transmitir un mundo social y psicológico complejo a partir de una situación muy simple, casi anecdótica. Tras esa proximidad estilística y argumental, sus relatos confrontan a los lectores: les exigen, con independencia de su edad, que sean ellos mismos quienes les den un sentido a la historia.
Lo más difícil de atrapar una enorme y suculenta anguila no es que ésta sea gorda y resbaladiza, ni que se agite bruscamente, ni que muerda, ni que intente esconderse entre las raíces submarinas de un árbol... Lo más difícil es que implica la colaboración de varias personas. Y cuando esto pasa, inmediatamente surgen los desacuerdos, los malentendidos, las disputas... Pero si ya de por sí es problemático atrapar un animal tan escurridizo como este, las contrariedades se multiplican cuando las cosas no suceden como se... Seguir leyendo
Historia de una anguila
Mañana de verano. La brisa está en calma. Tan sólo se escucha el cri-cri de un grillo junto a la orilla y, a lo lejos, el tímido graznido de una tórtola. Las esponjosas nubes se alzan inmóviles en el cielo como dispersas pilas de nieve… Junto a los baños en construcción, bajo las verdes ramas de un sauce, forcejea en el agua el carpintero Guerásim, un campesino alto y enjuto con el cabello rojo y encrespado y el rostro cubierto de vello. Jadea y resopla mientras, pestañeando con insistencia, se afana en coger algo.