La dama del bosque
Tras la muerte de su esposa, Gustav Bangemann decidió instalarse con su hijo León en una recóndita aldea de los Alpes Bávaros. Ante el asombro de amigos y colegas, y tras años de sacrificios, no dudó en renunciar a su puesto de Director Médico en un importante hospital de Múnich para aceptar una modesta plaza de médico rural. Si algo le había enseñado la muerte de Marie es que la vida no siempre espera a que nos decidamos a dedicarles tiempo a nuestras personas queridas o a hacer aquello que tanto deseamos.