Al cometer un error al teclear en la web, Leo inicia un juego que trastocará su vida. Acertijos matemáticos, curiosidades de la historia de la ciencia, problemas físicos, referencias literarias y cinematográficas son la materia de este juego animado por un misterioso personaje que se esconde detrás del seudónimo Hal. Se trata de una lectura ágil que sugiere otra forma de aproximarse a las ciencias, que se aparta del esquematismo del libro de texto para incitar una perspectiva que no separe la ciencia de la vida y el conocimiento del juego.
Al cometer un error al teclear en la web, Leo inicia un juego que trastocará su vida. Acertijos matemáticos, curiosidades de la historia de la ciencia, problemas físicos, referencias literarias y cinematográficas son la materia de este juego animado por un misterioso personaje que se esconde detrás del seudónimo Hal. Se trata de una lectura ágil que sugiere otra forma de aproximarse a las ciencias, que se aparta del esquematismo del libro de texto para incitar una perspectiva que no separe la ciencia de la vida y el conocimiento del... Seguir leyendo
El gran juego
Todo empezó con un error al teclear, o más bien un despiste. Leo había entrado en su web habitual de juegos on line y, tras introducir su dirección electrónica y el seudónimo que solía utilizar en estas ocasiones –Galileo–, empezó a teclear una propuesta de juego. Quería encontrar un compañero para jugar a las damas chinas, pero después de escribir «Quiero jugar a», repitió la palabra jugar. Repetir una palabra cuando se escribe a máquina o con el ordenador es un error bastante común, pero en este caso el lapsus dio lugar a una frase divertida y un tanto inquietante: Quiero jugar a jugar.