Había una vez un monstruo espantoso y grande, al que le gustaba más que nada espantar y asustar a las pequeñas criaturas que vivían cerca de él. Un día, el monstruo grande divisó tierras lejanas que aparentaban estar habitadas por otras pequeñas criaturas. Pero según se iban acercando las criaturas crecían más y más y nada era como había pensado. Un relato que habla sobre la amistad y la comprensión y de las sensaciones que sentimos cuando estamos fuera de casa. Cuenta con ilustraciones que acompañan al texto a la perfección y reflejan los sentimientos del protagonista.Había una vez un monstruo espantoso y grande, al que le gustaba más que nada espantar y asustar a las pequeñas criaturas que vivían cerca de él. Un día, el monstruo grande divisó tierras lejanas que aparentaban estar habitadas por otras pequeñas criaturas. Pero según se iban acercando las criaturas crecían más y más y nada era como había pensado. Un relato que habla sobre la amistad y la comprensión y de las sensaciones que sentimos cuando estamos fuera de casa. Cuenta con ilustraciones que acompañan al texto a la perfección y reflejan los sentimientos del protagonista.
El gran monstruo espantoso
En lo alto de una montaña, no muy lejos de aquí, vivía un gran monstruo espantoso. Era un monstruo mucho más grande y más espantoso que cualquier otro bicho viviente. Y él lo sabía. Los animalitos que vivían en la montaña pasaban el tiempo tan felices, jugando unos con otros entre las rocas chiquititas y las pequeñas plantas. Pero de pronto, cuando menos lo esperaban... algo alteraba la tranquilidad…