Son inmensas las ventajas de los libros sin palabras. Logran centrar la atención de los primeros lectores de tal modo que ellos mismos, al "leer" las imágenes, se dan cuenta de que el argumento, la historia, ya les pertenece. Esto ocurre con este maravilloso álbum. El protagonista, un gallo está enfadado, le falta algo en la vida, y junto con sus amigos, el conejo y el oso, se embarca en un pequeño bote para buscarlo. Pero pronto les alcanza una tormenta, que hace naufragar la embarcación. Tras nadar a la deriva alcanzan la costa, y descansan sobre unas gigantes piedras... Pero algo extraordinario ocurre, y sorprendentemente, de repente, aparecen en el interior de una cueva: allí encontrará el gallo lo que le faltaba, un perfecto, ovalado y enorme huevo.
Son inmensas las ventajas de los libros sin palabras. Logran centrar la atención de los primeros lectores de tal modo que ellos mismos, al "leer" las imágenes, se dan cuenta de que el argumento, la historia, ya les pertenece. Esto ocurre con este maravilloso álbum. El protagonista, un gallo está enfadado, le falta algo en la vida, y junto con sus amigos, el conejo y el oso, se embarca en un pequeño bote para buscarlo. Pero pronto les alcanza una tormenta, que hace naufragar la embarcación. Tras nadar a la deriva alcanzan la costa, y... Seguir leyendo