Alto como una torre, ancho como el mar
–Nave Estrella de la Mañana llamando al Cuartel General de Venus, Nave Estrella de la Mañana llamando al Cuartel General de Venus.
Edu se encontraba en la pequeña lanzadera espacial, sujeto por unos cinturones al asiento en el que encajaba a la perfección. Delante de él relucían esferas, parpadeaban pequeñas luces de color verde pálido, única luz en la oscuridad. A su lado estaba Mick, en un asiento igual, callado como él, escuchando la fría y conocida voz cercana:
–Nave espacial Estrella de la Mañana llamando al Cuartel General de Venus. Cambio.
Otra voz mucho más débil, más difícil de entender, dijo:
–Aquí Cuartel General de Venus. Le escuchamos. Cambio.