Eric Battut presenta una historia de autoestima y búsqueda de la propia identidad. En esta obra el protagonista no es otro que un guisante que no quería ser como los demás. Un día, reuniendo todas sus fuerzas, decidió saltar de la vaina y buscar sus propias señas de identidad. En el camino se encontró con diversos animales y tomó de cada uno de ellos los rasgos que más le gustaba, pero la vuelta al hogar no fue como él esperaba. Una historia para los más pequeños, tierna pero llena de fuerza y con un final inesperado.Eric Battut presenta una historia de autoestima y búsqueda de la propia identidad. En esta obra el protagonista no es otro que un guisante que no quería ser como los demás. Un día, reuniendo todas sus fuerzas, decidió saltar de la vaina y buscar sus propias señas de identidad. En el camino se encontró con diversos animales y tomó de cada uno de ellos los rasgos que más le gustaba, pero la vuelta al hogar no fue como él esperaba. Una historia para los más pequeños, tierna pero llena de fuerza y con un final inesperado.
Todos menos uno
En un jardín crecía una planta de guisantes. Se parecían unos a otros y vivían tranquilamente. Todos menos uno. Había un guisante que no quería ser como los demás.¡ Hop! Un día, juntó toda su decisión de guisante, y saltó de la vaina. «¿A qué podré parecerme?», se preguntó. «¿A una calabaza?, ¿a una zanahoria?, ¿a una cebolla?».