Cuando Ernesto se hace mayor, su padre le da un hacha para que construya una casa para él. Al principio no lo entiende, quiere seguir viviendo con sus padres, pero cuando conoce a Osita comienza a ver la vida desde otra óptica, con otro sentido. Un cuento que habla de la madurez, de crecimiento, de autonomía e independencia; pero también de la amistad y ¡del enamoramiento! Pertenece a la colección «Bichitos curiosos».
Cuando Ernesto se hace mayor, su padre le da un hacha para que construya una casa para él. Al principio no lo entiende, quiere seguir viviendo con sus padres, pero cuando conoce a Osita comienza a ver la vida desde otra óptica, con otro sentido. Un cuento que habla de la madurez, de crecimiento, de autonomía e independencia; pero también de la amistad y ¡del enamoramiento! Pertenece a la colección «Bichitos curiosos».
Ernesto Castor
Ernesto no quería hacerse mayor, pero no paraba de crecer. Creció tanto que un día sus padres se sorprendieron de verlo aún en casa.
—Ernesto, hijo mío —dijo el padre castor—, ya es hora de que construyas tu propia casa, como hice yo en su día para todos nosotros. Ten, toma mi hacha, la he afilado esta misma mañana. Ve al bosque y elige un buen árbol, ni demasiado grueso, ni demasiado fino.