Cecilia es un pájaro herrerillo que busca tranquilidad para empollar sus huevos, pero una cría de pájaro muy extraña cae en su árbol y le impide el necesario silencio. Nadie reconoce a la cría y esta se limita a decir cucú sin parar. El resto de aves se preguntan a qué familia pertenecerá. Una historia bien contada e ilustrada, y que con sentido del humor nos habla de la acogida y la generosidad con el desconocido.Cecilia es un pájaro herrerillo que busca tranquilidad para empollar sus huevos, pero una cría de pájaro muy extraña cae en su árbol y le impide el necesario silencio. Nadie reconoce a la cría y esta se limita a decir cucú sin parar. El resto de aves se preguntan a qué familia pertenecerá. Una historia bien contada e ilustrada, y que con sentido del humor nos habla de la acogida y la generosidad con el desconocido.
Cecilia Herrerilla
Con la llegada de la primavera, los pajarillos empezaban a posarse cantarines sobre las ramas del viejo abeto, aún dormido. Los gorriones y los estorninos eran los primeros en entonar sus canciones. Luego aparecían el mirlo y la mirla, el zorzal y, de regreso, de su largo viaje, la torcaz con sus arrullos. Pronto el abeto se vio invadido, hasta la cima, de alegres cantos y bellas melodías.