En este pequeño y entrañable álbum encontramos una manera de acompañar a los niños y niñas que hayan sufrido una pérdida reciente. Ante la incomprensión de un fenómeno como la muerte, el niño protagonista produce poemas, que le salen de la tripa. Los escupe por la boca en forma de hojas manuscritas, y en ellos habla de que echa de menos a su abuelo, de cómo lo quiere y cuánto le cuesta asumir que ya no esté a su lado. Una manera de intentar hacer entender a los niños y niñas que el recuerdo de sus seres queridos les acompañará siempre.
En este pequeño y entrañable álbum encontramos una manera de acompañar a los niños y niñas que hayan sufrido una pérdida reciente. Ante la incomprensión de un fenómeno como la muerte, el niño protagonista produce poemas, que le salen de la tripa. Los escupe por la boca en forma de hojas manuscritas, y en ellos habla de que echa de menos a su abuelo, de cómo lo quiere y cuánto le cuesta asumir que ya no esté a su lado. Una manera de intentar hacer entender a los niños y niñas que el... Seguir leyendo
Un poema en la barriga
Babalú hacía días que no sonreía. Babalú hacía días que no jugaba.
Aquel día, en clase, hablaban de los animales de color verde. La señorita Adelina sabía que a Babalú le gustaba mucho dibujar, y lo sacó a la pizarra a dibujar uno.
Babalú cogío una tiza y dibujó un cocodrilo. Un cocodrilo pequeño con unas lágrimas grandes como limones.
Iomara, que se sienta en la primera fila, preguntó:
–¿Y por qué llora el cocodrilo, Babalú?
–Tiene un nudo en la tripa.
–¿Un nudo? –dijo extrañada Iomara.