Adaptación del clásico El pollito de la avellaneda, un cuento de carácter acumulativo, por lo que resulta más fácil de recordar. Ante un accidente del gallo, la gallina se ve obligada a pedir ayuda a los demás, que se prestan a dársela a cambio de conseguir una serie de objetos que a su vez precisan de otros, lo que la empuja a una epopeya rural en forma de carrera desenfrenada por ayudar al gallo en apuros. Las ilustraciones, muy expresivas y coloristas, aportan una gran frescura a esta obra tradicional reinterpretada.
Adaptación del clásico El pollito de la avellaneda, un cuento de carácter acumulativo, por lo que resulta más fácil de recordar. Ante un accidente del gallo, la gallina se ve obligada a pedir ayuda a los demás, que se prestan a dársela a cambio de conseguir una serie de objetos que a su vez precisan de otros, lo que la empuja a una epopeya rural en forma de carrera desenfrenada por ayudar al gallo en apuros. Las ilustraciones, muy expresivas y coloristas, aportan una gran frescura a esta obra tradicional reinterpretada.
El gallo traganueces
Un día, el gallo y la gallina salieron de la granja dispuestos a conocer mundo.
Corretearon por aquí y picotearon por allá hasta que tropezaron con un nogal grande y frondoso.
Como al gallo le encantaban las nueces, comió tantas y tan deprisa que se le atascaron en la garganta.
El gallo se puso rojo, verde, amarillo... ¡de todos los colores!
Al verlo así, la gallina salió corriendo a pedir ayuda.
En cuanto llegó a la granja, se lo contó a la granjera...