El ciclo de los dos horizontes 1. Jordan
“En invierno, en Tarandova, el frío implacable que merodea por los montes helados nos acostumbra, desde muy pronto, a vivir sin esperanza...”
“... y uno se siente desesperadamente triste si no consigue acostumbrarse a la soledad!
-¡¡Eh!! ¡Jordan! ¡Espera!
-¿Vendrás esta tarde con nosotros a casa de Jan? Su padre sabe muchas hitorias... ¡Incluso ha prometido que nos dejará probar su Slivotitz!