Una simpática novelita en la que el cuidado por el medio ambiente moviliza a tres brujas muy comprometidas. Audaces, decididas e imaginativas, a estas tres amigas no se les pone nada por delante y menos si se trata de preservar el bosque de Cantamilanos. Una temática muy actual que nos lleva a pensar en tantas zonas verdes que han desaparecido por la construcción y la expansión de las ciudades. Un libro para reflexionar y buscar soluciones para reivindicar los espacios verdes.
Una simpática novelita en la que el cuidado por el medio ambiente moviliza a tres brujas muy comprometidas. Audaces, decididas e imaginativas, a estas tres amigas no se les pone nada por delante y menos si se trata de preservar el bosque de Cantamilanos. Una temática muy actual que nos lleva a pensar en tantas zonas verdes que han desaparecido por la construcción y la expansión de las ciudades. Un libro para reflexionar y buscar soluciones para reivindicar los espacios verdes.
Amalia, Amelia y Emilia
Hay brujas morenas y brujas rubias. A veces es difícil comprobarlo, ya que en los retratos las brujas suelen aparecer mayores, con sus cabellos ya blancos. Además, casi siempre llevan la cabeza cubierta: pañoletas negras, extraños sombreros, gorros espantosos con cintas que se despliegan al viento...
Amalia no es una jovencita, pero tampoco una vieja. Todavía su pelo largo y un poco rizado conserva su color. Aún no le ha llegado el momento de volverse blanco.