Margarita, una urraca avariciosa
Cada noche, los pequeños animales del bosque piden al viejo roble que les cuente un cuento. Hoy, les va a contar una historia de urracas. El roble mece sus ramas y comienza el cuento. Margarita era una preciosa urraca de plumas blancas y negras. Cada mañana bajaba al río; se lavaba con cuidado las plumas y el pico y se miraba en las limpias aguas como si fueran un espejo. Era una urraca presumida. Margarita era tan presumida que pensaba: «Una hermosa ave como yo no merece vivir en este nido de barro y ramas...».