Aquella tarde, la protagonista de esta historia sabía que iba a suceder algo extraño. Como la playa estaba llena de bañistas, Maider se adentra en el mar navegando en la barca de su abuelo. Lo echa de menos, él le enseñó muchas cosas y ahora nota su ausencia. Afortunadamente, encuentra una botella con un mensaje, cuando lo lee consigue ver a su abuelo y pasar un rato entrañable con él. Una historia que acerca a los lectores un tema difícil, de forma sencilla y optimista.
Aquella tarde, la protagonista de esta historia sabía que iba a suceder algo extraño. Como la playa estaba llena de bañistas, Maider se adentra en el mar navegando en la barca de su abuelo. Lo echa de menos, él le enseñó muchas cosas y ahora nota su ausencia. Afortunadamente, encuentra una botella con un mensaje, cuando lo lee consigue ver a su abuelo y pasar un rato entrañable con él. Una historia que acerca a los lectores un tema difícil, de forma sencilla y optimista.
La barca de mi abuelo
Aquella tarde, nada más salir del puerto, tuve la sensación de que algo extraño me iba a pasar. Remé deprisa y al llegar al sitio de costumbre preparé los aparejos como queriendo ahuyentar de mí aquel raro presentimiento. El cielo estaba completamente azul, las gaviotas revoloteaban gritonas como de costumbre, así que tuve que admitir que aquella tarde parecía de lo más normal.