El Gigantesco libro de los Gigantes
En lo más profundo del bosque vivía una viuda muy pobre. Todo lo que tenía en el mundo era un hijo perezoso y una vaca lechera. La vaca daba leche cada mañana, pero lo único que su hijo Jack hacía en todo el día era zamparse la comida de la despensa casi vacía.
—Oh, ¿qué va ser de nosotros? ¡La vaca ha dejado de dar leche! —se lamentó la mujer una mañana.
—¡No te preocupes, mamá! ¡Me la llevaré al mercado y allí la venderé a buen precio! —se ofreció Jack, y allá que se fue, seguido por la vaca.