Degas
La excepcional posición que Degas ocupa en la historia del arte nace de la paradoja de un artista que es al mismo tiempo el más clásico y el más modesto en el panorama de finales del siglo XIX. Los comienzos de su carrera se ajustan con bastante fidelidad al curriculum tradicional, el único que podía garantizarle el acceso a los ambientes artísticos oficiales de la época; piénsese, por ejemplo, en la impronta institucional en la elección de los estudios y en las exposiciones del Salón.