Leinad
–Algún día no serás suficientemente rápido y estarás en problemas. No es bueno enfadar a las estatuas de piedra gigantes que cobran vida, Leinad.
–Sólo buscaba un poco de diversión, Ruhr.
–¡Esto no es ningún juego!
–Bueno, no tengo muchas distracciones aquí.
–Lo sé, Leinad, perdona... pero no podemos olvidar nuestro objetivo. Ambos somos los últimos de nuestra estirpe y se acerca el día en que debemos afrontarlo.