Marta se muda con sus padres a una casa grande y vieja, a las afueras del pueblo, que todos dicen que está habitada por espectros. Después ocurrirán acontecimientos paranormales que la razón no puede explicar y que siembran el miedo incluso en las personas más escépticas. Pero de pronto, la novela toma un giro inesperado y la misma noción de fantasma es cuestionada. A partir de ese momento, la historia adquiere un nuevo tono en el que hasta el humor tiene cabida y la relación entre Marta y el “fantasma” cobra protagonismo.
No es la primera vez que Agustín Fernández Paz pone en cuestión los estereotipos tan habituales en la literatura destinada a los jóvenes. En esta ocasión lo hace de una forma muy sutil al preguntarse por qué los fantasmas deben adecuarse a la imagen establecida que tenemos el común de los hombres de ellos, si ni siquiera los hemos visto. A partir de esta idea construye toda la historia.
Marta se muda con sus padres a una casa grande y vieja, a las afueras del pueblo, que todos dicen que está habitada por espectros. Después ocurrirán acontecimientos paranormales que la razón no puede explicar y que siembran el miedo incluso en las personas más escépticas. Pero de pronto, la novela toma un giro inesperado y la misma noción de fantasma es cuestionada. A partir de ese momento, la historia adquiere un nuevo tono en el que hasta el humor tiene cabida y la relación entre Marta y el “fantasma” cobra... Seguir leyendo
Malos tiempos para fantasmas
Clara aparcó el coche al lado del enorme camión de mudanzas. Después miró a su hija y, con gesto alegre, le dijo:
-Esta va a ser nuestra nueva casa. ¿Qué te parece?
Marta no contestó a la pregunta de su madre, pero bajó con rapidez del coche y se quedó parada ante el caserón que se alzaba, solitario, frente a ella. A aquellas horas del mediodía, con el sol de agosto iluminando intensamente el jardín, el soportal y la casa entera, le resultaba difícil imaginar que en un lugar así...