Nacer perro y "convertirse" en lobo es ya de por sí bastante sorprendente. A un perro rojo esto es lo que le ocurrió, un accidente inesperado cambió su vida, y cuando todo parecía a punto de terminar para siempre, una loba le rescató y lo crió. Vivió la vida de los lobos, aprendió a mamar como el resto de cachorros lobos, a hacerse un lugar en la manada, a emprender grandes travesías junto a sus hermanos, y a disfrutar de la compañía de su querida madre loba. Hasta que un día todo volvió a dar un giro repentino...Esta peculiar narración en imágenes y poco texto es una historia entrañable que nos hace reflexionar sobre la capacidad de adaptación al cambio como una de las mejores virtudes que nos pueden acompañar en la vida. Las ilustraciones, frías o cálidas según el momento del relato, nos acompañan en la evocación de los sentimientos del animal. No siempre todo ocurre como lo esperamos, y es bueno estar preparado para ello. Sugerimos su lectura a partir de 8 años.
Nacer perro y "convertirse" en lobo es ya de por sí bastante sorprendente. A un perro rojo esto es lo que le ocurrió, un accidente inesperado cambió su vida, y cuando todo parecía a punto de terminar para siempre, una loba le rescató y lo crió. Vivió la vida de los lobos, aprendió a mamar como el resto de cachorros lobos, a hacerse un lugar en la manada, a emprender grandes travesías junto a sus hermanos, y a disfrutar de la compañía de su querida madre loba. Hasta que un día todo volvió... Seguir leyendo
El lobo rojo
Cuando nací, olía a betún, nueces, manzanas, asado de cerdo y velas encendidas.
Un niño jugaba conmigo. En la chimenea crepitaba leña.
Llegaron dos mujeres que nos introdujeron en sendas bolsas y nos subieron a un carruaje. Olía a caballo y nieve.
Una de ellas, restallaba con el látigo. En el cielo, las nubes pasaban veloces.
La otra olía a flores. Se durmió estirándose y suspirando.
De pronto, del cálido traqueteo, fui a parar la gélido invierno.
Nadie me oyó.