De actualidad y misterio se nutre esta novela policiaca que no se ajusta a los cánones del género. Ana Aguilera, una chica de quince años, vive con su madre desde que sus padres se separaron. Ana sospecha que su padre está metido en un conflicto serio. Efectivamente éste, diputado de un partido liberal, está recibiendo presiones y chantajes por su participación en un oscuro asunto con un banco catalán. Ayudada de un detective, Ana indaga los hechos. La sucesión de acciones es ágil e intrigante. Una narración en tercera persona donde sólo cabe una voz directa: la de Luis Arquer, el detective. De actualidad y misterio se nutre esta novela policiaca que no se ajusta a los cánones del género. Ana Aguilera, una chica de quince años, vive con su madre desde que sus padres se separaron. Ana sospecha que su padre está metido en un conflicto serio. Efectivamente éste, diputado de un partido liberal, está recibiendo presiones y chantajes por su participación en un oscuro asunto con un banco catalán. Ayudada de un detective, Ana indaga los hechos. La sucesión de acciones es ágil e intrigante. Una narración en tercera persona donde sólo cabe una voz directa: la de Luis Arquer, el detective.

Ana y el detective

Lord se ha tumbado a sus pies, ha bostezado de felicidad y ha cerrado los ojos, perezoso. Ana deja la taza de cacao sobre la mesita, vuelve a coger El sueño etern de Raymond Chandler, que le prestó Alicia Renom, lo hojea, intenta leer algunas páginas y, finalmente, lo deja sobre la mesita, junto al recorte de periódico. Mira la fotografía de papá y lee el titular: "Lorenzo Aguilera abandona la política".