El aprendiz de Stanley
Toda historia tiene su principio, y ésta bien puede decirse que comenzó hace seis años, a finales de 1868, cuando un compañero de instituto, que se llamaba Manuel Iradier, nos invitó a sus amigos y a distinguidas personalidades de la ciudad a asistir a una conferencia que dio él mismo sobre un posible viaje a través de África. El entusiasmo que provocaron sus planes entre la concurrencia fue tal que quedó inmediatamente constituida una sociedad viajera bautizada La Joven Exploradora.