Rebeldes
Cuando salí a la brillante luz del sol desde la oscuridad del cine tenía sólo dos cosas en la cabeza: Paul Newman y volver a casa. Deseaba parecerme a Paul Newman -él tiene pinta de duro y yo no-, aunque imagino que mi propio aspecto no es demasiado desastroso. Tengo el pelo castaño claro, casi rojo, y ojos gris verdoso. Ojalá fueran más grises, pues me caen mal los tíos de ojos verdes, pero he de contentarme con los que tengo. Llevo el pelo más largo que muchos otros chicos, recto por atrás y largo en la frente y por los lados, pero soy un
greaser, y por el barrio casi nadie se toma la molestia de cortarse el pelo. Además me queda mejor el pelo largo.