Recordando a Lampe
El 18 de febrero de 1802, Martin Lampe entró por la puerta de servicio de Kant Königsberg y con un machete del ejército prusiano hirió repetidas veces al criado Kaufmann en el cuerpo y en la cara.
La escena que encontró la cocinera, mujer acostumbrada a verter sin temor la sangre de toda clase de animales, le causó una terrible conmoción. Kaufmann tenía medio cuerpo recostado boca arriba en la larga mesa de madera donde se preparaban los alimentos. Las piernas pendían inertes y los pies estaban descalzos. Un tajo le había rebanado una oreja, que colgaba de varios hilos sanguinolentos.