La auténtica Susi
Junto a la puerta marrón del colegio, en una vitrina sobre el muro grisáceo del edificio, había cuatro listas: 1A, 1B, 1C, 1D, seguidas de dos puntos, y debajo, a doble espacio, aparecían los nombres de los alumnos.
-¿Qué, angelito? –preguntó la madre-. ¿Estáis todos juntos, como prometió la directora? ¿O ha fallado algo?
La mujer era bastante corta de vista y no llevaba puestas las gafas. Sin ellas no podía ver ni los nombres de las tiendas.