Mi padre fue rey
Mi padre siempre había sido el mejor padre del mundo. ¡Se estaba tan bien en sus brazos! Yo nunca me he divertido tanto como cuando jugaba con él. Cuando los dos jugábamos al escondite yo podía pasarme horas buscándolo. Pero un día llegaron unos caballeros muy estirados y le preguntaron a mi padre que si quería ser rey. Cuando se marcharon, mi padre lucía una corona sobre su cabeza. De repente, mi padre me pareció enorme.