Pocas veces el tema de la muerte ha sido tratado literariamente con tanta delicadeza y ternura. Este libro conmueve por la dulzura y serenidad que transmite. La fuerza de las palabras y la expresividad de las ilustraciones -que muestran el universo de emociones que brotan del corazón cuando alguien amado va a morir- conmueven al lector, pero al mismo tiempo dejan en su interior una agridulce sensación de sosiego. La abuela se muere, pero deja a su nieta un valioso legado: la capacidad de amar el entorno y de asombrarse por la maravilla de lo pequeño.Pocas veces el tema de la muerte ha sido tratado literariamente con tanta delicadeza y ternura. Este libro conmueve por la dulzura y serenidad que transmite. La fuerza de las palabras y la expresividad de las ilustraciones -que muestran el universo de emociones que brotan del corazón cuando alguien amado va a morir- conmueven al lector, pero al mismo tiempo dejan en su interior una agridulce sensación de sosiego. La abuela se muere, pero deja a su nieta un valioso legado: la capacidad de amar el entorno y de asombrarse por la maravilla de lo pequeño.
Nana vieja
Nana Vieja y su nieta habían vivido juntas por mucho, mucho tiempo. Compartían todo, incluyendo los oficios de la casa. Todos los días, Chanchita cortaba leña mientras Nana Vieja limpiaba el horno. Chanchita barría mientras Nana Vieja desempolvaba. Nana Vieja tendía las camas mientras Chanchita colgaba la ropa recién lavada.