Ser un monigote en blanco en un mundo de papel no es nada fácil. Todo el mundo sabe cuál es su misión en la vida. El protagonista de la primera novela de Josu Díaz García, comienza un camino en el que espera descubrir el sentido de la suya. Durante su aventura conocerá mundos y personajes diferentes que le aportarán distintas visiones y le ayudarán a encontrarse. Esta novela, finalista del premio Barco de Vapor 2011, es una llamada a la búsqueda de la identidad y una alegoría a lo diferente.
Ser un monigote en blanco en un mundo de papel no es nada fácil. Todo el mundo sabe cuál es su misión en la vida. El protagonista de la primera novela de Josu Díaz García, comienza un camino en el que espera descubrir el sentido de la suya. Durante su aventura conocerá mundos y personajes diferentes que le aportarán distintas visiones y le ayudarán a encontrarse. Esta novela, finalista del premio Barco de Vapor 2011, es una llamada a la búsqueda de la identidad y una alegoría a lo diferente.
Papel en blanco
En Mundo de Papel, todo era de papel. Las casas eran de papel, las calles eran de papel y por el cielo volaban pajaritas de papel. Cuando en Mundo de Papel llovía, caían pequeños trocitos de papel. Caía confeti. Sus habitantes, por supuesto, eran monigotes de papel, y muchos se desplazaban volando en aviones de papel. Estos aviones no volaban demasiado, por lo que sus pasajeros tenían que montar en otros al poco tiempo para poder continuar sus viajes.