La llegada de una misteriosa caja al puerto, sin remitente ni destinatario, va llamando la atención de los distintos personajes que pasan por allí. Una señora, el dueño del museo de cera, el médico, el alcalde y un policía con mala actitud, hasta el presidente, entre otros, reclaman la caja justificando su supuesto contenido hasta que la abren y, a pesar de sus elucubraciones, se sorprenden al tiempo que se ven decepcionados. Una historia sobre la ambición con la que las autoras pretenden reivindicar lo verdaderamente importante en la vida.
La llegada de una misteriosa caja al puerto, sin remitente ni destinatario, va llamando la atención de los distintos personajes que pasan por allí. Una señora, el dueño del museo de cera, el médico, el alcalde y un policía con mala actitud, hasta el presidente, entre otros, reclaman la caja justificando su supuesto contenido hasta que la abren y, a pesar de sus elucubraciones, se sorprenden al tiempo que se ven decepcionados. Una historia sobre la ambición con la que las autoras pretenden reivindicar lo verdaderamente importante en la... Seguir leyendo
La caja del puerto
Un mediodía de sol, como hacía tiempo que no se veía, leo el periódico esperando mi tranvía. Plantado como una palmera, mi cuerpo marca la hora: la sombra en el suelo dice que el tranvía se demora. Acompañado por las palomas voy a dar un paseo, hasta el puerto me sigue su constante zureo. Respiro el silencio del mar perezoso, mientras los hombres trajinan junto a un barco grandioso.