Flor y el niño pintor reciben un gran tache. “Las flores no son así”, dice la maestra, y enseña cómo dibujarlas. Aparecen flores igualitas, aburridas, y siendo mayoría, expulsan a Flor de la página. Ella se enoja y entristece, hasta que surge alguien que la disfruta así como es. Una emotiva historia sobre la diversidad, ilustrada con fuerza e intenso colorido. La diagramación enfatiza y enriquece el sentido del texto.
Flor y el niño pintor reciben un gran tache. “Las flores no son así”, dice la maestra, y enseña cómo dibujarlas. Aparecen flores igualitas, aburridas, y siendo mayoría, expulsan a Flor de la página. Ella se enoja y entristece, hasta que surge alguien que la disfruta así como es. Una emotiva historia sobre la diversidad, ilustrada con fuerza e intenso colorido. La diagramación enfatiza y enriquece el sentido del texto.
Tache al tache
Cuando Flor vio venir la mano, anticipó una caricia, un color nuevo. Lo que recibió fue un tache. El tache grande, pesado, le impedía respirar. No la dejaba ser. El niño pintor también se sintió tachado. “Las flores no son así”, dijo la maestra y le señaló cómo hacerlo. El niño fue cubriendo todas las páginas con flores seriecitas, ordenadas y aburridas. Cuando fueron tantas que se sintieron fuertes, miraron desdeñosas a Flor y dijeron: ¡vete! Tú no perteneces a esta página.