La mamá de Epaminondas se emocionó tanto cuando nació su hijo que le puso un nombre muy rimbombante, pero poco a poco se llena de desencanto cuando descubre que el niño vive en la luna y ni siquiera es capaz de cumplir bien un encargo. Una historia divertida de un distraído niño que sigue las instrucciones de su madre a destiempo y esto le causa serios problemas.
La mamá de Epaminondas se emocionó tanto cuando nació su hijo que le puso un nombre muy rimbombante, pero poco a poco se llena de desencanto cuando descubre que el niño vive en la luna y ni siquiera es capaz de cumplir bien un encargo. Una historia divertida de un distraído niño que sigue las instrucciones de su madre a destiempo y esto le causa serios problemas.
Epaminondas
Epaminondas era un chico un poco distraído. Su mamá había deseado tanto tener ese hijo… Si hasta le eligió el nombre más largo, rimbombante e inolvidable que halló: E-pa-mi-non-das. Sí Epaminondas ¡Tanto lo había consentido en sus primeros años…! y ahora, que ya iba a la escuela, se quejaba que el niño no supiese hacer esto o aquello, que las tareas, que se le olvidaba la mochila en cualquier lugar, las medias en la heladera, los chicles masticados en la tabla del inodoro… Eso la enojaba.