Cereza Sullivan es una niña algo tímida y regordeta que no tiene muchos amigos en clase. Un día, ayudando a su padre que trabaja en la perrera, se encariña con una perrita que se convertirá en su mejor y única amiga. Pasan grandes momentos juntos hasta que los dueños acuden a recogerla. Una historia tierna sobre la amistad, la autoestima y el amor a los animales. Destacan las cuidadas ilustraciones, cargadas de color y muy detallistas elaboradas por el ilustrador francés Benjamin Lacombe.
Cereza Sullivan es una niña algo tímida y regordeta que no tiene muchos amigos en clase. Un día, ayudando a su padre que trabaja en la perrera, se encariña con una perrita que se convertirá en su mejor y única amiga. Pasan grandes momentos juntos hasta que los dueños acuden a recogerla. Una historia tierna sobre la amistad, la autoestima y el amor a los animales. Destacan las cuidadas ilustraciones, cargadas de color y muy detallistas elaboradas por el ilustrador francés Benjamin Lacombe.
Cereza guinda
Cereza Sullivan vive sola con su padre. Pasa horas enteras asomada a la ventana de su edificio, mirando a la gente que pasea y a los niños que juegan y corretean. Todas las mañanas, ve llegar el camión gris de su padre, que aparca delante de la perrera, con su cargamento de perros, gatos y alguna que otra fiera.
A Cereza le gusta casi todo, pero más que ninguna otra cosa le chiflan las gominolas y el gorgonzola. ¿Algo que no soporte? Las cerezas.