Dieciocho escenas, que muestran situaciones de convivencia cotidiana de una familia, acercan al espectador a la compleja realidad del autismo. Protagonistas y circunstancias que, mezclados con referencias a Robinson Crusoe -paradigma del aislamiento en el que puede vivir un ser humano- y a los personajes de El Príncipe Feliz -que tras su aparente insensibilidad esconden profundos sentimientos-, componen una incursión arriesgada en el terreno del teatro infantil que merece el aplauso emocionado del público.
Dieciocho escenas, que muestran situaciones de convivencia cotidiana de una familia, acercan al espectador a la compleja realidad del autismo. Protagonistas y circunstancias que, mezclados con referencias a Robinson Crusoe -paradigma del aislamiento en el que puede vivir un ser humano- y a los personajes de El Príncipe Feliz -que tras su aparente insensibilidad esconden profundos sentimientos-, componen una incursión arriesgada en el terreno del teatro infantil que merece el aplauso emocionado del público.
Pictogramas
El escenario reproduce una sala de estar de un apartamento actual. Hay un sofá, estanterías y una gran mesa de dibujo que ocupa un lugar notorio del decorado, Un único peronaje en escena, es una MUJER, tiene una carpeta en la mano.
MUJER: Mi nombre es Robinson (La mujer abre la carpeta)