A partir de una investigación minuciosa de la tradición y los contextos sociales de La cenicienta, uno de los relatos de más larga presencia en Occidente, el autor escribe una osada historia, basada en versiones medievales con toques poéticos, que recupera los elementos de verdad, denuncia y crueldad de sus versiones antiguas. Las magníficas ilustraciones contribuyen a lo oscuro del relato.
A partir de una investigación minuciosa de la tradición y los contextos sociales de La cenicienta, uno de los relatos de más larga presencia en Occidente, el autor escribe una osada historia, basada en versiones medievales con toques poéticos, que recupera los elementos de verdad, denuncia y crueldad de sus versiones antiguas. Las magníficas ilustraciones contribuyen a lo oscuro del relato.
Zezolla
No se sabe bien cuándo ocurrió. Algunos dicen que la primera vez que fue contado ya era un hecho antiguo, narrado por voces infantiles que bajaban del bosque como hojas secas. Otros dicen que lo contaban ancianas mutiladas que vivían de puentes de madera tachados, donde no llegaban el viento ni la luz.
Se dicen tantas cosas. En lo profundo de Europa, durante la alta Edad Media, la vida y la muerte comían de un mismo plato, con la misma lengua. El tiempo era una bestia inútil que nunca se movía y los niños no existían.