Una novela ágil, llena de ironía que toca temas actuales como el de los “ninis”, jóvenes que no estudian ni trabajan. Se trata de un bien logrado divertimento cuyos méritos lo hizo acreedor del Premio Nacional de Novela para Jóvenes. Narra y protagoniza Paulo Simancas, un joven que, pese a no estudiar, no trabajar y no tener talento evidente alguno, posee una estupenda idea de sí mismo: se siente destinado a dejar huella en la historia humana.
Una novela ágil, llena de ironía que toca temas actuales como el de los “ninis”, jóvenes que no estudian ni trabajan. Se trata de un bien logrado divertimento cuyos méritos lo hizo acreedor del Premio Nacional de Novela para Jóvenes. Narra y protagoniza Paulo Simancas, un joven que, pese a no estudiar, no trabajar y no tener talento evidente alguno, posee una estupenda idea de sí mismo: se siente destinado a dejar huella en la historia humana.
Operativo Nini
El mejor día de mi vida fue el 15 de julio de 2005; es un momento que tengo guardado en mi memoria de disco duro, en alta definición, con sonido de dolby stereo y subtitulado con letras de oro. Recuerdo ese instante, como deben recordarlo los que ganan los oscares o el premio Nobel; personalidades como Al Pacino, la Madre Teresa de Calcuta y Chuck Norris, bueno Chuck Norris no ha ganado un Óscar (o el Nobel), pero ésa es una injusticia total… En fin, nada se compara cuando oyes la frase: “Y el ganador es…” y de pronto sientes un reflector encima de ti, el mundo se congela como una computadora con virus. Y el mundo está ahí, a tus pies…