Una rana encontró una corona en un estanque, se la puso y se convirtió en reina. A partir de ese día tenía consejeras, criadas que le cazaban moscas para comer y otras que hacían exhibiciones para divertirla. Pero pronto alguien empezó a cuestionar su derecho a tener tales privilegios. Adaptación actualizada en formato álbum de un cuento clásico portugués, útil para reflexionar con los niños sobre las situaciones injustas que a veces, por pura inercia, terminan siendo incuestionables.
Una rana encontró una corona en un estanque, se la puso y se convirtió en reina. A partir de ese día tenía consejeras, criadas que le cazaban moscas para comer y otras que hacían exhibiciones para divertirla. Pero pronto alguien empezó a cuestionar su derecho a tener tales privilegios. Adaptación actualizada en formato álbum de un cuento clásico portugués, útil para reflexionar con los niños sobre las situaciones injustas que a veces, por pura inercia, terminan siendo incuestionables.
La reina de las ranas
Había una vez un estanque y en el estanque había ranas. Las ranas pasaban el día haciendo cosas de ranas: saltaban y cazaban moscas, dormían la siesta o jugaban con las libélulas. Durante el verano, después de cenar, disfrutaban cantando todas juntas.