Cuando la pequeña Dorothy se ve arrastrada por un tornado que destruye la casa de sus tíos, desconoce el fascinante viaje que acaba de iniciar. Lejos del hogar protector y de sus seres queridos, deberá aguzar el ingenio para sobrevivir en un mundo desconocido y aparentemente hostil, el imaginario Reino de Oz, del que irá descubriendo, a lo largo de aventuras increíbles, que guarda tantas trampas y peligros como oportunidades para hacer amigos y luchar por los valores que merecen la pena -inteligencia, afecto y fortaleza de ánimo- y que le ayudarán a regresar a casa. Una encantadora metáfora sobre el miedo al crecimiento y a la pérdida de las seguridades, así como un apuesta ética relativa a los principios en función de los cuales la infancia debería ser educada.
Cuando la pequeña Dorothy se ve arrastrada por un tornado que destruye la casa de sus tíos, desconoce el fascinante viaje que acaba de iniciar. Lejos del hogar protector y de sus seres queridos, deberá aguzar el ingenio para sobrevivir en un mundo desconocido y aparentemente hostil, el imaginario Reino de Oz, del que irá descubriendo, a lo largo de aventuras increíbles, que guarda tantas trampas y peligros como oportunidades para hacer amigos y luchar por los valores que merecen la pena -inteligencia, afecto y fortaleza de ánimo- y que le... Seguir leyendo
El maravilloso Mago de Oz
Dorothy vivía en medio de las grandes praderas de Kansas, con tío Henry, que era granjero, y tía Em, que era la mujer del granjero. Su casa era pequeña, ya que tuvieron que traer el maderamen para construirla muchos kilómetros en carreta. Tenía cuatro paredes, un suelo y un tejado, formando un cuarto; y este cuarto contenía un hornillo algo oxidado, una alacena para los platos, una mesa, tres o cuatro sillas y las camas. Tío Henry y tía Em tenían una cama grande en una esquina, y Dorothy una pequeña en otra. La casa no tenía ni desván, ni sótano, excepto un pequeño agujero excavado en el suelo, al que llamaban 'el sótano del ciclón', donde la familia podía ir si se producía uno de esos terribles torbellinos que tienen tanta fuerza como para derribar cualquier edificio que encuentren a su paso...