Un adolescente pesimista y de escasa autoestima convive con su padrastro, un actor reconvertido en guionista de televisión. Con un trabajo de mala muerte, sin muchas esperanzas en el futuro, la situación se complica definitivamente con un inexplicable asesinato. Aunque tiene coartada, la policía le considera el sospechoso perfecto. Con frialdad tratará de encontrar por si mismo las respuestas y, de paso, la raíz de su familia. Una prosa sucia y cortante nos adentra en un mundo sórdido en el que solo el amor de Zoe puede mitigar el amargamiento existencial.
Un adolescente pesimista y de escasa autoestima convive con su padrastro, un actor reconvertido en guionista de televisión. Con un trabajo de mala muerte, sin muchas esperanzas en el futuro, la situación se complica definitivamente con un inexplicable asesinato. Aunque tiene coartada, la policía le considera el sospechoso perfecto. Con frialdad tratará de encontrar por si mismo las respuestas y, de paso, la raíz de su familia. Una prosa sucia y cortante nos adentra en un mundo sórdido en el que solo el amor de Zoe puede mitigar el... Seguir leyendo
Jugando con fuego
Era un poco temprano para que alguien estuviera aporreando la puerta de casa. Salí de la ducha y bajé a toda prisa, con el pelo aún empapado, y abrí.
-Perdona, hijo, se me ha cerrado la puerta- dijo mi padre, y entró tiritando.
Me fijé en que había salido en zapatillas. Me extrañó, hasta que vi la guía de televisión que llevaba doblada en la mano y se me cayó el alma a los pies.