Kate es la mayor de tres hermanas, está a punto de cumplir 16 años y debe tomar las decisiones que exige la extraña comunidad que representa su mundo, excelentemente recreado. Allí el poder legítimo lo tiene “La Hermandad”, que es quien impone las normas, priva de libertad a las mujeres, vigila con celo para que nada altere su orden, y considera la brujería diabólica, por tanto duramente castigada. La madre de Kate era bruja, y su padre desconoce que las tres niñas también lo son, además de ser víctimas de una profecía que marcará sus destinos. Kate vive con el peso de esa responsabilidad secreta, y debe hacer todo lo posible por impedir que se cumpla.
Kate es la mayor de tres hermanas, está a punto de cumplir 16 años y debe tomar las decisiones que exige la extraña comunidad que representa su mundo, excelentemente recreado. Allí el poder legítimo lo tiene “La Hermandad”, que es quien impone las normas, priva de libertad a las mujeres, vigila con celo para que nada altere su orden, y considera la brujería diabólica, por tanto duramente castigada. La madre de Kate era bruja, y su padre desconoce que las tres niñas también lo son, además de ser... Seguir leyendo
Kate y sus hermanas
Nuestra madre también era bruja, pero lo ocultaba mejor.
La echo de menos.
No pasa un solo día que no añore sus consejos, sobre todo en lo que concierne a mis hermanas.
Tess corre delante de mí en dirección a la rosaleda, nuestro santuario, nuestro único lugar seguro. Sus zapatos resbalan sobre los adoquines, y la capucha de su capa gris se desliza para desvelar unos rizos rubios. Me vuelvo hacia la casa. El reglamento de los Hermanos prohíbe a las chicas salir de casa sin capa, y no está bien visto que una señorita corra. No obstante, los altos setos impiden que podamos ser vistas desde la casa. Tess está a salvo.
Por el momento.