Nos encantaría que este mundo tuviera como cimientos algunas de las ideas que se proponen en los cuentos de Leo Lionni. Al volver la mirada a este clásico, ahora reeditado y publicado originalmente en 2014, descubrimos que lo que nos separa de los otros es, miuchas veces, un puro convencionalismo. Si tratásemos siempre de conocer mejor a nuestros semejantes comprobaríamos que no hay nada que temer, desaríamos su compañía e incluso desarrollaríamos el cariño necesario para llegar a ser buenos compañeros de viaje. Mediante el frecuente recurso de la humanización animal, asistimos al feliz encuentro entre tres ranas juguetonas y un pollo recién nacido... que no es un pollo. Pero para cuando estos simpáticos batracios reciban esa información, sabrán que no hay nada que temer y sí mucho que disfrutar. A disfrutar con ambos códigos, un texto exquisito e ilustraciones a la misma altura.
Nos encantaría que este mundo tuviera como cimientos algunas de las ideas que se proponen en los cuentos de Leo Lionni. Al volver la mirada a este clásico, ahora reeditado y publicado originalmente en 2014, descubrimos que lo que nos separa de los otros es, miuchas veces, un puro convencionalismo. Si tratásemos siempre de conocer mejor a nuestros semejantes comprobaríamos que no hay nada que temer, desaríamos su compañía e incluso desarrollaríamos el cariño necesario para llegar a ser buenos... Seguir leyendo
Una piedra extraordinaria
En la isla Pedregosa, vivían tres ranas: Marilyn, Augusto y otra que siempre andaba por ahí vagando.
Esa otra se llamaba Jessica. A Jessica todo le parecía maravilloso. Daba largos paseos por la isla Pedregosa, explorando y recogiendo cosas, y regresaba al caer la tarde gritando:
-¡Encontré algo muy curioso!
Y aunque tan solo fuera una piedrita común y corriente, ella decía:
-Es extraordinaria, ¿verdad?