El desierto
El desierto, con sus días calurosos y sus noches frías, constituye un hábitat inhóspito para los animales y las plantas. Llueve muy poco; a veces pasan años sin lluvia. Normalmente, las arenas del desierto parecen sin vida. Pero si miramos debajo de una piedra, o bajo la superficie de la arena, encontraremos animales de todo tipo escondidos del calor del sol. Insectos, reptiles, pájaros y mamíferos se han adaptado al desierto.