Un título inusual, Dragoballo Cadabro. Pero sin duda un título acertado, pues condensa todas las tensiones que el protagonista de esta historia (un dragón mitad caballo, un caballo mitad dragón) debe llevar a cuestas. ¿Qué soy –se pregunta Dragoballo–, y por qué nadie se parece a mí? Así, este libro álbum constituye una temprana exploración del problema de la identidad, de los dobleces e incongruencias que parecieran acecharla paso a paso. Crecer, o formarse, nunca ha sido fácil, y si bien Dragoballo no consigue encontrar a su alrededor modelos con los que identificarse, seguramente varios lectores acabarán encontrando en él un modelo de aceptación y búsqueda. Extraña paradoja: Dragoballo ya tiene (o ya es) lo que con tanto afán busca: un caso ejemplar de existencia.
Un título inusual, Dragoballo Cadabro. Pero sin duda un título acertado, pues condensa todas las tensiones que el protagonista de esta historia (un dragón mitad caballo, un caballo mitad dragón) debe llevar a cuestas. ¿Qué soy –se pregunta Dragoballo–, y por qué nadie se parece a mí? Así, este libro álbum constituye una temprana exploración del problema de la identidad, de los dobleces e incongruencias que parecieran acecharla paso a paso. Crecer, o formarse, nunca ha... Seguir leyendo
Dragoballo Cabadro (El origen)
Dragoballo Cadabro tropezaba al caminar. Lo suyo era el vuelo y no lo sabía o no lo quería saber. De niño tuvo intentos de vuelo. Pero nunca despegaba porque siempre tropezaba al andar. Dragoballo no se convencía de poder volar. Qué pena que no lo hiciera, qué pena que le costara tanto creer que podía volar. Cuando lo intentaba, siempre parecía un ser extremadamente torpe, sin que lo fuera. A trote de caballo, volaba entre un fuego tibio y un relinche dudoso. Digamos entonces que trovolaba mal.