Hermoso poema en el que a partir de “un cuento tan chiquito que podía esconderse debajo de una pestaña” se abren cantidad de mundos por descubrir. En un encadenamiento acumulativo se van sumando cada vez más personajes generando situaciones disparatadas que combinan, por ejemplo, tragafuegos con peluqueras y calesitas; invitándonos a divertirnos con las palabras y sus evocaciones, animándonos a romper con connotaciones obvias y a dejarnos llevar por el sinsentido. Las ilustraciones aportan una nueva dimensión, enriqueciendo aún más la poesía.
Hermoso poema en el que a partir de “un cuento tan chiquito que podía esconderse debajo de una pestaña” se abren cantidad de mundos por descubrir. En un encadenamiento acumulativo se van sumando cada vez más personajes generando situaciones disparatadas que combinan, por ejemplo, tragafuegos con peluqueras y calesitas; invitándonos a divertirnos con las palabras y sus evocaciones, animándonos a romper con connotaciones obvias y a dejarnos llevar por el sinsentido. Las ilustraciones aportan una nueva dimensión, enriqueciendo... Seguir leyendo
Cuento escondido
Había una vez un cuento tan chiquito
que podía esconderse debajo de una pestaña.
Cuando el ojo de la pestaña soltaba
una lágrima de mar salado,
dos lágrimas de mar salado,
tres lágrimas de mar salado,
el cuento se llenaba de barcos.