Álex ha suspendido inglés, por esa razón su madre se enfada y le pone un castigo: pasar el verano en casa de sus abuelos en el pueblo. Marcharán madre e hijo para allá. El niño descubrirá, día a día, que todos los abuelos del pueblo ¡27! lo necesitan y tendrá que ayudarlos. Como siga así, no tendrá tiempo de estudiar el inglés y, lo que es peor ¡volverá a suspender! Además, nota que está solo, no hay niños en el pueblo ¿donde se habrán metido? Misterio, humor, ternura e ingenuidad se unirán en la narración. Una obra que fue reconocida con el XXXII Premio de narrativa Infantil Vila d’Ibi en 2013
Álex ha suspendido inglés, por esa razón su madre se enfada y le pone un castigo: pasar el verano en casa de sus abuelos en el pueblo. Marcharán madre e hijo para allá. El niño descubrirá, día a día, que todos los abuelos del pueblo ¡27! lo necesitan y tendrá que ayudarlos. Como siga así, no tendrá tiempo de estudiar el inglés y, lo que es peor ¡volverá a suspender! Además, nota que está solo, no hay niños en el pueblo... Seguir leyendo
Veintisiete abuelos son demasiados
El día que me entregaron las notas de clase fue el peor día de mi vida. Mi madre se quedó con la boca abierta, se puso seria, muy seria, y me lanzó una zapatilla volando. Menos mal que tiene muy mala puntería y nunca atina, pero al ir a recogerla estiró el dedo índice de su mano derecha, creció hasta llegar al techo, yo me hice pequeño y gritó