Los bellísimos globos de Cantoya suben al cielo llenos de fuego y aire. En México se cree que si en ellos se atan deseos, éstos se hacen realidad cuando suben al cielo. Dos amigos que quieren ver campeón a su equipo de fútbol ponen su inocencia y su esperanza en los globos de Cantoya para ver cumplido su sueño.El globo de papel elevará su deseo más allá de las nubes, pero solo el Chamuco sabrá cuál pedido viaja en la cola del globo. Ilustrada con arte exquisito, esta entrañable historia de amistad y magia, de ternura y candor, sorprende al lector con un final inesperado y conmovedor. Premio Bartolomé Hidalgo 2013 Categoría Literatura Infantil-Juvenil, CUL (Cámara Uruguaya del Libro).
Los bellísimos globos de Cantoya suben al cielo llenos de fuego y aire. En México se cree que si en ellos se atan deseos, éstos se hacen realidad cuando suben al cielo. Dos amigos que quieren ver campeón a su equipo de fútbol ponen su inocencia y su esperanza en los globos de Cantoya para ver cumplido su sueño.El globo de papel elevará su deseo más allá de las nubes, pero solo el Chamuco sabrá cuál pedido viaja en la cola del globo. Ilustrada con arte exquisito, esta entrañable historia de... Seguir leyendo
El globo de Cantoya
El Chamuco está de regreso en el barrio- gritó mi amigo Felipe, ni bien entró en la cocina donde yo estaba merendando con mi abuela y mi mamá.
- ¡Ave María Purísima, no puede ser! -exclamó la abuela Socorro, asustada con la noticia de que el diablo andaba tan cerca. Pero mi madre, que también había escuchado la novedad y sabía de quién hablaba Felipe, la tranquilizó explicándole que el que andaba de nuevo por el vecindario, después de vivir varios años en la capital, era el hijo de los García Villalba.
--Que desde niño le dicen el Chamuco, por mal hablado y por comportarse como el mismísimo demonio.